China crece un 6,7% en 2016
Tal y como predijo el gobierno de China, el crecimiento del Gigante Asiático cumple lo previsto por Pekín. Comprar en China no ha sido este año lo que más ha tirado de su economía como ha pasado durante tanto tiempo, si bien la potencia ha logrado en 2016 estabilizar el crecimiento de su economía. Es importante recalcar las medidas de estímulo que Pekín tuvo que llevar a cabo debido a la crisis financiera internacional.
¿CÓMO HA LLEGADO CHINA A SUBIR SU PIB?
El pasado marzo, el primer ministro chino Li Keqiang, predijo un crecimiento para su país de 6,5% – 7%; la doble lectura es la ralentización del crecimiento desde hace 5 años no obstante, es más importante que por fin, ha conseguido alejarse de la crisis financiera que tuvo lugar debido a la burbuja bursátil que sufrió hace unos pocos meses.
Tras un primer semestre complicado, la economía se recuperó principalmente por un incremento del gasto fiscal y en infraestructuras, el aumento del crédito y el dinamismo del sector inmobiliario. De hecho, el PIB repuntó hasta el 6,8% durante los últimos tres meses del año, la primera vez que registra un aumento inter-trimestral desde 2014. Viendo las cifras sobre papel, para hacernos una idea del repunte económico, mientras la inversión de las empresas privadas apenas creció un 3,1%, la de las estatales lo hizo un 18,7%.
Al igual que pasa en el resto de los países desarrollados, haciendo un análisis de zonas de crecimiento, donde influye en gran medida las compras en China por parte extranjera, se puso de manifiesto que mientras las provincias del norte y el noreste sufren por la caída libre de la industria pesada y no les queda más remedio que llevar a cabo una reconversión industrial –a pesar del repunte de los precios de las materias primas-, la economía de la costa este está claramente en ebullición por sectores como el comercio electrónico o el tirón que supone tener a 1.400 millones de personas con cada vez más poder adquisitivo. La renta disponible per cápita aumentó en 2016 un 6,3% en términos reales.
¿CUÁLES SON LAS PREVISIONES PARA ESTE AÑO EN CHINA?
2017 se presenta menos estable, los estímulos del gobierno chino tienen límites: Pekín lleva casi dos años en medio con una política monetaria laxa y con tasas de aumento del crédito que doblan las de la economía real, como han apuntado tantos economistas, esta forma de crecimiento no es sostenible. Por otra parte, el rápido aumento de la deuda corporativa es uno de los mayores riesgos financieros a los que se enfrenta el Gigante Asiático y el Banco central chino ya ha avisado controlará esta situación con el fin de evitar un colapso financiero en la economía china.
Por otra parte, se han establecido límites al mercado inmobiliario, como hemos explicado en Atlas Overseas en varias ocasiones, China corre el riesgo de que se produzca una burbuja inmobiliaria que lleve a un caos económico.
El profesor de Economía y Finanzas del CEIBS, Xu Bin, define la situación económica de China desde la entrada de Xi Jinping al poder de la siguiente forma: «En su primer lustro en el poder, Xi Jinping ha optado por un crecimiento económico más enfocado en la cantidad que en la calidad. Ahora el objetivo de doblar el PIB per cápita en 2020 con respecto a la década anterior está más cerca, con lo que ya hay menos presión. Creo que esto se reflejará en una tasa de crecimiento menor y mayor hincapié en reducir deuda y en llevar a cabo reformas para asegurar un crecimiento más saludable».
No podemos olvidar el otro factor que podría afectar a la economía china: Donald Trump. En medio de un entorno externo aún débil y volátil, el presidente americano, podría traer más incertidumbre si, como ha prometido, impone altos aranceles a los productos chinos, tacha al país de manipulador de su divisa o adopta medidas que incrementen la tensión entre las dos potencias. Si bien en sus últimas declaraciones y con la visita del ministro de exteriores de China a Estados Unidos, parece que la situación se ha calmado “temporalmente”.
Lo cierto es que la puesta en marcha de un plan de estímulo para la economía estadounidense, podría animar al potente sector exportador chino. «Trump es el mayor riesgo para este año -dice Xu-, pero creo que ajustará su estrategia. Sin duda, seguiremos viendo exabruptos, pero China es la segunda economía mundial y una guerra comercial también le lastimaría».