Comprar en China con el COVID-19 y las empresas cerradas
Poco a poco, China comienza a recuperar la calma, tras el COVID-19. A día de hoy, 2 de Marzo, la mayoría de las empresas siguen sin actividad, no puedo decir cerradas porque desde sus casas, aquellos que no están en líneas de producción están trabajando para recoger pedidos o realizar las tareas que les corresponden.
No es fácil ni para clientes ni para proveedores esta situación, cuando leemos los periódicos, hay noticias de nuevos afectados por el virus, de bolsas en mínimos, empresas que no pueden cumplir objetivos y por supuesto, países que no llegan a su crecimiento esperado.
Cómo comprar en China es nuestro trabajo desde hace más de 15 años, tenemos una amplia parrilla de fabricantes, proveedores, colaboradores e incluso amigos locales que nos comentan la situación actual en el Gigante Asiático y, por eso comentaba que al no haber vuelto todos al trabajo, en la mayoría de negocios la cadena se rompe en algún sitio, porque la fábrica está cerrada, no se consigue un precio de materia prima, el transporte no puede calcularse porque no está saliendo mercancía etc… Se calcula que solamente entre el 50% y el 70% de los trabajadores han vuelto a sus puestos.
Las consecuencias de esta situación a medio plazo van a ser desastrosas para la economía mundial y por desgracia, se pone entredicho (otra vez) los beneficios de la globalización y se tiende a hacer políticas centralistas, cerrando fronteras o limitando el producto y circulación de personas de terceros países.
En esta página podemos ver los afectados del coronavirus a nivel mundial y los focos de propagación:
EL COVID-19 Y SU CONSECUENCIA PARA CHINA
He leído un artículo de Carlos Sánchez que para los que compramos en China o, estamos relacionados con este país me ha parecido más que interesante, os dejo el link al final de este post pero quiero recalcar lo que más me ha llamado la atención:
“China se enfrenta a su Chernóbil particular. Tanto en lo económico, por su impacto sobre el crecimiento del PIB, como en lo político, por la pérdida de credibilidad de la administración en términos de transparencia. Pero también por las graves consecuencias que tendrá el COVID-19 para medio mundo a través del contagio de las cadenas de aprovisionamiento de las empresas.
Las cadenas de suministro globales, como se sabe, son redes de producción que ensamblan productos utilizando partes fabricadas de todo el mundo (los llamados bienes intermedios). Hoy, nada menos que el 80% del comercio mundial está impulsado por estas cadenas de aprovisionamiento dirigidas, en su mayoría, por grandes corporaciones. De hecho, el comercio de bienes intermedios (los que sirven para fabricar productos) duplica en estos momentos el comercio de bienes finales y es especialmente importante en la fabricación avanzada, como los automóviles, cuyo peso en algunas economías, también en la española, es algo más que significativo…”
“…solo las cinco grandes tecnológicas americanas (Apple, Google y compañía) se hayan dejado por el camino en seis sesiones el equivalente a 700.000 millones de dólares de capitalización, lo que supone el 58% del PIB de España…”
Para hacernos una idea de la imposibilidad de comprar en China a día de hoy, vemos que el consumo de carbón se encuentra un 40% por debajo del consumo de 2019, suponiendo que más del 50% de energía que consume China proviene del carbón vemos la desaceleración de la fabricación en el país.
“…Y hay que tener en cuenta que lo peor puede estar por venir. Según Anesco, la paralización de los puertos chinos tarda en trasladarse a España unas cuatro semanas, y teniendo en cuenta que la alerta por el contagio saltó a finales de enero, eso quiere decir que sus efectos han comenzado a notarse con rotundidad a partir de la última semana de febrero. Ningún buque había salido del puerto de Ningbo-Zhoushan, el mayor de China, hasta el pasado 25 de febrero…”
Para finalizar este post, no me considero una persona alarmista de hecho, en China se está volviendo al trabajo y por su pasado e historia es probable que la economía se haga más fuerte y se encuentren los caminos para que el mundo sea sostenible.
“El Chernobil de China: Un virus contra la globalización”