Desglobalización con China
La desglobalización con China puede tener impactos negativos.
Mucho se habla de la recesión económica que está sufriendo China y como no consigue “levantar cabeza” tras la pandemia.
Del mismo modo, el Gobierno de Xi Jinping está siendo criticado por la política exterior que está realizando y su secretismo en cuanto a la situación real del Gigante Asiático.
No obstante, y siguiendo el post anterior sobre “decoupling” señalamos algunas razones por las que la desglobalización con China nos perjudicaría a todos:
Interdependencia económica
China es una de las economías más grandes del mundo y un actor clave en las cadenas de suministro globales.
La desvinculación abrupta con China podría interrumpir estas cadenas, lo que podría aumentar los costos de producción y afectar la disponibilidad de productos en los mercados globales.
Pérdida de mercados
China es un mercado enorme para productos y servicios de todo el mundo. La desglobalización podría llevar a la pérdida de acceso a este mercado, lo que podría perjudicar a las empresas y a las economías que dependen de las exportaciones a China.
Inversión extranjera
China atrae una gran cantidad de inversión extranjera directa. La desglobalización podría disuadir a las empresas de invertir en China, lo que podría limitar las oportunidades de crecimiento para las empresas internacionales.
Competencia y eficiencia
La globalización ha permitido una mayor competencia, lo que a menudo conduce a la mejora de la eficiencia y la innovación en las empresas. La desglobalización podría reducir esta competencia y limitar la presión para mejorar la calidad y reducir los precios.
Problemas geopolíticos
La desglobalización con China puede tener implicaciones geopolíticas negativas, ya que podría aumentar las tensiones entre países y dificultar la cooperación en temas globales como el cambio climático, la seguridad y la salud pública.
Impacto en los consumidores
La desglobalización podría llevar a precios más altos para los productos y servicios, ya que la producción local a menudo es más costosa que la producción en países con costos laborales más bajos, como China. Esto podría afectar negativamente el poder adquisitivo de los consumidores.
Es importante señalar que la relación entre China y otros países es compleja, y la desglobalización no necesariamente resolverá todos los problemas relacionados con esta relación. En su lugar, muchos argumentan que es más productivo buscar una relación comercial equilibrada y cooperativa con China, abordando los problemas comerciales y las preocupaciones de manera diplomática y colaborativa en lugar de simplemente cortar los lazos económicos de manera abrupta.
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