Desglobalización por fases
Desde el coronavirus, mucho hemos hablado de desglobalización por fases, y aunque somos conscientes de la dependencia de China, es muy complicado que se de en el corto plazo.
Es cierto que desde la explosión del Covid, se puso de relieve el nivel de dependencia global que hay con China, especialmente sus cadenas de suministro, no queda tan lejos tomar conciencia que ni si quiera fabricábamos en Europa mascarillas o respiradores.
Preocupa especialmente haber delegado el fabricar en China productos extremadamente estratégicos.
Escenarios
Los países occidentales barajan 3 escenarios donde comprar en China siempre está latente:
China plus one: Seguir fabricando en China, pero buscar nuevas fábricas en otros lugares que sirva para diversificar y prevenir un colapso como el vivido.
Traer la producción a lugares más cercanos, pero con costes de producción bajos, como Turquía o Marruecos, donde se puede controlar más fácilmente cualquier incidencia en la producción y acortar los plazos de entrega.
Gestionar la producción con criterios no económicos ni de mercado, sino de afinidad política. En un mundo capitalista como el que vivimos, este escenario parece el más improbable.
China lleva mucho camino andado ya y según Ceballos:
«China es induplicable e inexportable, cuenta con características que la convierten en la gran fábrica del mundo, mientras que otros países no».
Los que estamos acostumbrados a comprar en China, cuando hemos visitado otros mercados como India, o Bangladesh encuentras unas barreras que ya las superó China hace décadas, desde el marco normativo a la estructura logística o de transporte y el desarrollo para hacer negocios con Estados Unidos o Europa difícil de igualar.
Qué puede hacer occidente
Por supuesto Occidente tiene que reindustrializarse, pero de manera muy estratégica. En China los salarios suben y el nivel de vida también desde hace años, fue el Gigante Asiático quien decidió deslocalizar fabricaciones de productos no estratégicos.
Este punto es muy importante, hay que tener en cuenta que China, al ser la fábrica del mundo tiene la maquinaria y la tecnología que no quiere compartir. Por lo que, en países como Vietnam o Camboya, se fabrica textil o material de imprenta, producto básico y de bajo coste.
Con la ruta de la seda, China ha intentado externalizar también sus producciones a África aunque por ahora sin mucho éxito, el esfuerzo y el tesón del pueblo chino es muy difícil encontrar en otros lugares.
China y Rusia
En cualquier post que hablamos de la economía de China, no podemos pasar por alto los contactos que se están dando entre ambas potencias y como Occidente mira con recelo esta relación.
No olvidemos que la Unión Europea es el primer socio comercial de China y que en ningún caso espera Xi Jinping (ni nadie) la respuesta Unificada de occidente respecto del conflicto.
Si la situación no se resuelve, estamos caminando hacia un mundo de bloques, que traerá consigo más conflicto y menos crecimiento global aunque estas reflexiones las dejamos para el siguiente post.
Desde Atlas Overseas
Desde Atlas Overseas destacamos la importancia de asesorar a nuestros clientes. Los procesos de importación con todas las garantías, y en ayudar a nuestras fábricas españolas a exportar sus productos, o gestionar desde Shanghái o Shenzhen sus relaciones con proveedores.
¿Qué podemos ofrecer? Comprar en China no es fácil, y ayudaros está en nuestras manos.
Desde Atlas Overseas podemos asesoraros, https://atlas-overseas.com/comprar-en-china/
Igualmente, para saber cómo comprar en China, podéis adquirir nuestro libro aquí:
Compra en China: 9 claves para el éxito