Generalmente, cuanto menos proceso manual tenga el producto fabricado en China, más automatizado estará, lo que se traduce en un precio más barato. En estos casos, el volumen juega un papel esencial: la compra y la venta en China conllevan unos costes mínimos fijos que no varían, por lo que nos costará lo mismo importar un producto que cien.
Se utilizan los mismos programas de diseño que en Occidente para fabricar en China, las mismas impresoras en 3D y troqueladoras de papel, por lo que la velocidad en tener un boceto de nuestro proyecto es increíble.
En Atlas Overseas somos profesionales en OEM (Original equipment manufacturer) y ODM (Original design manufacturer), y fabricamos según las necesidades exigidas por el cliente, previamente estudiadas con él. Junto con nuestros partners de Shanghái, analizamos los productos más competitivos y disminuimos el riesgo de inversión. Los proyectos para fabricar en China requieren inversiones inferiores que en Europa porque tienen un coste laboral menor, ya que no requiere equipos tan sofisticados.
Las principales barreras que tendremos a la hora de realizar negocios en China son la moneda, el tiempo, el idioma y las cuestiones culturales (saludos, lenguaje, puntualidad…).
Aunque algunos dueños de fábricas poderosas solo hablan chino, en principio, desenvolverse en inglés con sus comerciales internacionales debe ser suficiente. Para llevar a cabo el proyecto que deseamos fabricar en China tendremos en cuenta los incoterms, y nos ayudaremos de planos, dibujos y números concretos, de modo para explicar qué queremos, de modo que la comunicación se reduzca a lo básico.
La vía más rápida para tener éxito al fabricar en China es enviar una muestra física del producto a la fábrica o agente que hemos seleccionado con unas breves explicaciones de lo que queremos que modifiquen.
Si el producto ya está hecho, se busca fábricas con stock del mismo y se negocia un precio inicial. Si hay que fabricarlo, se necesitaría un molde, lo que elevaría el coste final. Una vez hecho este patrón, se fabricaría un prototipo que se enviaría al cliente para que lo homologue y pueda comenzar el proceso de fabricación.
Recibir el producto será el paso clave para hacernos una idea de la seriedad de la fábrica y la profesionalidad de nuestro proveedor. Esta calidad será la base para todo nuestro cargamento posterior.
En cuanto al pago de un producto fabricado en China, lo normal es abonar el 30% por adelantado para que la fábrica en China compre la materia prima que necesita para elaborar nuestro producto o empezar el proceso de modelaje. Cuando la mercancía esté a punto de embarcar, pagaremos el 70% restante.
En la aduana nos pedirán los documentos originales del transporte, la factura comercial y el packing list firmado y sellado por el proveedor. Debemos saber qué productos están exentos de pago arancelario o qué sectores imponen más precio para proteger su comercio nacional, y tener toda la documentación necesaria.
Gestionamos con nuestros clientes los productos más adecuados a sus necesidades para asegurar su total satisfacción.
Nos aseguramos de que los fabricantes cumplen exactamente con los requisitos de nuestros clientes gracias a nuestras oficinas en China.
Atlas Overseas gestiona los pedidos con puertos internacionales, transportándolos hasta la puerta del cliente si así lo desea.
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Realizar una importación desde China, fabricar productos en China o deslocalizar tu empresa en Asia para abaratar costes es un proceso largo, costoso y delicado. Necesitas la ayuda de un experto en negocios en China, y ATLAS OVERSEAS es la guía que necesitas. Cuéntanos tu caso y te ayudaremos.